Por el momento, el Gobierno español no tiene constancia de que entre los sepultados -vivos o muertos- pudiera encontrarse algún ciudadano de origen español.

Las Torres Gemelas estaban todavía cerradas a los turistas cuando se produjeron los dos atentados. Esta circunstancia habría evitado, según la OID, que un mayor número de personas se vieran inmersas en la tragedia, entre ellas turistas españols.

Las mismas fuentes aseguraron que hay supervivientes atrapados bajo un amasijo de escombros que llaman desde teléfonos móviles a sus familiares y a los servicios de emergencia para alertar de su situación.

La OID descarta, por el momento, lanzar mensajes disuasorios a los españoles que tengan previsto desplazarse a Estados Unidos e Israel, puesto que no existe "situación de guerra". Fuentes de este organismo, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, afirman que "todo volverá a la normlidad" en cuanto se abran los aeropuertos de Norteamérica.