Gallardón, que hizo estas declaraciones al comienzo de su discurso en la Asamblea de Madrid durante el primer día de debate sobre el estado de la región, afirmó que "el asesinato de miles de inocentes nos ha hecho despertar de un sueño que hasta el 11 de setiembre creíamos a nuestro alcance".

Añadió que era un "sueño de libertad y prosperidad. Era el sueño de un mundo estable, tras la desaparición en 191 del último gran imperio totalitario. Pensamos entonces que las democracias liberales se irían extendiendo por el mundo y que el respeto a los derechos humanos sería ya irreversible".

Tras decir que "no sabemos bien cómo va a ser el mundo a partir de ahora", afirmó que es "posible que sea un mundo más asustado y lleno de recelos".

"En cualquier caso, espero que no sea un mundo donde la raza, la lengua o la religión dividan más aún a los hombres", señaló Galllardón, que explicó que "la mejor fora de responder a esa afrenta es mantenernos firmes en nuestra decisión de asomarnos al mundo y de permanecer abiertos a él", concluyó.