Tras el atentado contra el edil de Orio apenas dos días antes de que comience el Congreso del Partido Socialista de Euskadi, Rodríguez Zapatero trasladó desde la sede federal del partido su condena a este nuevo asesinato, su desprecio a quienes lo han cometido, y su solidaridad con los más allegados a Juan Priede.

A continuación lanzó "un llamamiento muy especial" a los militantes socialists del País Vasco "para expresarles mi total apoyo y el convencimiento de que no están solos, de que van a estar arropados más que nunca por todo el PSOE, y espero que por la inmensa mayoría de los ciudadanos vascos".

El líder socialista hizo suya la ambición de terminar con ETA, y recordó que ese objetivo tiene dos caminos básicos: "reforzar y desarrollar" el Acuerdo por las Libertades y Contra el Terrorismo suscrito con el Gobierno, y la unidad de todos los demócratas.

Por ello, apeló a toda la ociedad vasca "para que nos acompañe en esa estrategia, cívicamente, como ha hecho en muchas ocasiones, para que la libertad gane, los derechos humanos se impongan, la razón se la vía de la convivencia en Euskadi, y aislemos a los violentos y a quienes les secundan".

"Eso es lo que quieren los españoles, eso es lo que necesita la democracia, y eso es por lo que vamos a dejar lo mejor de nosotros mismos y toda nuestra energía como socialistas y como demócratas", concluyó.