Martín señaló que, aunque probablemente la mujer herida no ejerciera ese puesto omo profesional de la administración de justicia, algo normal en un juzgado de paz, se trata de un acto que se enmarca en la campaña de intimidación contra los jueces y fiscales que ejercen en el País Vasco.

A su juicio, en este contexto político, sería deseable no lanzar consignas políticas contradictorias y tendría que quedar claro que "en aras a una mal concebida idea de pacificación, no podemos pensar que pueda haber una justicia para unos y otra para otros".

Martín añadió que debería desdramtizarse la situación de las detenciones en cadena de dirigentes de Herri Batasuna, porque "al cabo del día en España puede haber conducidos a los juzgados y tribunales del orden de cientos de personas, y nadie dice nada".