Así lo aseguró a Servimedia un trabajador de un taller situado junto al parking donde el portavoz municipal de UPNrecibió sobre las 9,30 de la mañana de hoy un disparo en la nuca.

El trabajador del taller, ubicado en la calle Mutilva número 38, junto al portal donde residía el concejal navarro y a pocos metros del lugar donde se encuentra el garaje al que acudió a recoger su coche, explicó a Servimedia que los vecinos de esa calle creyeron al principio que había explotado algún artefacto.

Cuando los vecinos salieron a la calle, sorprendidos por el ruido de los disparos y por las sirenas de los coches de poliía, comprobaron que no se trataba de bombas, sino del sonido de los dos disparos que había efectuado algún desconocido contra Tomás Caballero.

Al parecer, según las mismas fuentes, el terrorista que acabó con la vida del portavoz de UPN estaba sólo y todo indica que huyó a pie tras cometer el atentado.

El terrorista disparó dos tiros contra su víctima a quemarropa, falló uno y el otro proyectil se incrustó directamente en la parte trasera del cuello, en la nuca. Una hora después del atentado, Toms Caballero fallecía en el Hospital de Navarra, después de que los facultativos de urgencias intentaran sin éxito salvar su vida.

El edil asesinado estaba casado, tenía 5 hijos mayores de edad y había regresado ayer de la localidad japonesa de Yamaguchi, municipio con el que está hermanada la ciudad de Pamplona y al que había acudido con una delegación del ayuntamiento de la capital navarra para recibir una figura de San Francisco.