Los obispos señalan en un comunicado que "este asesinato manifiesta, una vez más, un total desprecio por la vida humana y por la convivencia en paz y libertad, tan reiteradamente pedida por el pueblo español, y que ninguna razón o fin puede justificar".

Los prelados añaden que eta acción terrorista es, si cabe, más reprobable, ya que recuerdan que se trata de la primera ejecutada por ETA tras decretar el fin de la tregua y después de 19 meses sin asesinatos.

Finalmente, la Conferencia Episcopal retoma una declaración institucional que emitió el pasado mes de diciembre el comité ejecutivo de esta institución, en la que se afirma que "el terrorismo no es camino para satisfacer ninguna demanda o reivindicación, que en una sociedad democrática hay que defender por medios pacífics y justos".