ATENTADO. INTERIOR ENSEÑA A LOS TRABAJADORES QUE MANEJAN PAQUETES A DETECTAR PAQUETES-BOMBA

-Grandes dimensiones (tanto los paquetes como los sobres).

-Señas mal escritas, inexactas o incompletas.

-Remitente inexistente o ficticio.

-No suelen especificar el contenido del envío (publicidad, libros, foletos informativos, etc.).

-Suelen tener manchas de grasa, procedentes del explosivo plástico.

-En ocasiones tienen olor extraño.

-En el caso de los sobres, el embalaje suele ser rígido.

-Avisar inmediatamente a la policía.

-Mientras se espera, no manipular ni mover bruscamente el paquete.

-No intentar nunca abrirlo por los laterales.

MADRID
SERVIMEDIA

Artificieros y especialistas de las fuerzas de seguridad del Estado enseñan a los empleados de las empresas de mensajeros a detectar los paquetes-bomba y los bultos que contengan artefactos explosivos

El Ministerio del Interior y la Asociación Española de Empresas de Mensajería alcanzaron a principios de los 90 un acuerdo para que los trabajadores dedicados a la manipulación de paquetes realicen un cursillo, con el fin de saber cómo actuar en el caso de que algún bulto les resulte sospechoso, según fuentes de los empresarios.

Ambas entidades están interesadas en que los empleados dispongan de la máxima información posible para evitar accidentes. Las medidas para detectar paquetes-bombas se ha increementado en los últimos años, sobre todo a raíz de los numerosos atentados por este sistema registrados en 1991.

CONSEJOS

Los expertos en el tema aseguran que los paquetes y cartas- bomba pueden ser detectados, ya que normalmente tienen unas características similares:

-Grandes dimensiones (tanto los paquetes como los sobres).

-Señas mal escritas, inexactas o incompletas.

-Remitente inexistente o ficticio.

-No suelen especificar el contenido del envío (publicidad, libros, foletos informativos, etc.).

-Suelen tener manchas de grasa, procedentes del explosivo plástico.

-En ocasiones tienen olor extraño.

-En el caso de los sobres, el embalaje suele ser rígido.

En el caso de observar alguno de estos indicios, los expertos aconsejan:

-Avisar inmediatamente a la policía.

-Mientras se espera, no manipular ni mover bruscamente el paquete.

-No intentar nunca abrirlo por los laterales.

Las lesiones que puede provocar un paquete-bomba son, dependindo siempre de la cantidad de explosivo que contenga, la amputación total o parcial de los dedos de las manos, lesiones oculares graves, quemaduras en cara y brazos e incluso la muerte.

Dependiendo del mecanismo -si tiene un doble cebador, por ejemplo-, pueden convertirse en una trampa para los artificieros que traten de desactivarlo. Los "scanner" y rayos X, pese a ser útiles para ver qué contiene un paquete sospechoso, a veces pueden reflejar sólo en la pantalla una mancha negra.

Hasta ahora, nngún trabajador de empresas de mensajería ha resultado herido por paquetes-bombas, aunque sí lo han sido funcionarios de Correos.

El 20 de septiembre de 1989, el cartero José Antonio Cardosa murió en Rentería (Guipúzcoa) al estallar un paquete cuando lo dejó en un buzón. El 28 de febrero de 1990, María del Pilar Fernández, una trabajadora de la Dirección General de Correos de Madrid, resultó herida al abrir un sobre que carecía de remite.

(SERVIMEDIA)
27 Jun 1995
CAA