Las fuentes informantes agregaron que prácticamente se ha descartado una negligencia del funcionario o funcionarios policiales responsables de supervisar el contenido de la saca de correo en la que se encontraba el paquete explosivo.

El scaner fue sometido a dos pruebas en la mañana de ayer con material similar al que se encontró entre los restos del libro-bomba, sin que se detectara fallo alguno. No obstante, fuentes sindicales confirmaron hoy a Servimedia que por la tarde se procedió a repetir las pruebas con los restos encontrados y se detectaron fallos en el funcionamiento del sistema.

De los resultados de la revisión levantaron acta un fiscal y dos peritos policiales, que procedieron a precintar el aparato detector, según dichas fuetes. Desde entonces los funcionarios policiales desarrollan las labores de inspección sólo a través del arco de detección de metales.

Fuentes de la Audiencia Nacional señalaron a Servimedia que hoy no se ha abierto ninguna carta o envío postal, hasta que el escáner supere todas las comprobaciones, lo que se espera que se produzca mañana.