El artefacto explosivo, colocado en un Opel Corsa de color rojo, estalló a la entrada de la carretea de circunvalación de Madrid M-30, presumiblemente accionado por miembros de la banda terrorista ETA.

En el vehículo viajaban diez militares entre oficiales y suboficiales, que se dirigían desde la base de Cuatro Vientos al Cuartel General del Mando Aéreo Centro, en la calle Quintana, según informaron a Servimedia fuentes del Ministerio de Defensa.

El estallido ocurrió cuando la furgoneta, que no sufrió ningún desperfecto, había rebasado en unos diez metros el coche en que los terroristas colocaon el artefacto explosivo.

Posteriormente, técnicos de desactivación de explosivos (TEDAX) del Cuerpo Nacional de Policía condujeron el vehículo a una calle adyacente para realizar una explosión controlada del mismo, ya que se trataba de un coche trampa con una segunda carga preparada para estallar y matar a los policías. La explosión provocó heridas de cristales a varios vecinos de los inmuebles próximos.

Tras el atentado, el Ministerio del Interior organizó inmediatamente la correspondiente "Opración Jaula", mediante controles policiales en las entradas y salidas de Madrid, lo que produjo fuertes atascos.

El atentado se produjo en un lugar próximo a una zona de residencias militares situadas enfrente del estadio de fútbol "Vicente Calderón", según confirmaron a Servimedia fuentes del Ministerio de Defensa.

No obstante, las mismas fuentes indicaron que la carretera en la que ocurrió la explosión no es especialmente transitada por unidades militares, y que a las horas de la mañana en quese registró el atentado hay numerosas rutas de traslado de efectivos militares.

El delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Arsenio López Huerta, manifestó a la Cadena Ser que "estamos de enhorabuena porque la banda criminal de mafiosos etarras esta vez no ha logrado su objetivo".

El atentado coincide con el despliegue de la Ertzaintza en San Sebastián. El lehendakari José Antonio Ardanza señaló a la Cadena Ser que, con las últimas tentativas terroristas de los últimos días, "tenemos que star un poco alerta porque en cualquier momento, cualquier intento de éstos pueden tener desde la perspectiva de ellos, de los que pretenden hacer ese atentado, éxito".

Más contudente fue su consejero de Interior, Juan María Atutxa, quien manifestó que las últimas acciones fallidas de ETA son "la ratificación de lo que venimos diciendo desde hace algún tiempo de que a la organización terrorista ya solamente le queda lo segundo, lo de terrorista por cuanto que ya no le queda nada de organización".

Añadió que "es una banda totalmente desmoronada y cada uno a su aire va dando las instrucciones y va organizando los atentados por ahí". Opinó también que para la sociedad es "indigerible" que el interlocutor oficial de ETA "esté dispuesto a entablar conversaciones con partidos democráticos y que por otro lado se esté colocando la bomba".

BOMBA EN GUECHO

Por otra parte, una llamada anónima alertó a medianoche de ayer a la Policía Local de Guecho (Vizcaya) de la colocación de un artefacto explosivo cmpuesto por diez kilos de amosal en la oficina del INEM en esta localidad. El artefacto no hizo explosión por un fallo en el temporizador.

Asimismo, una bomba incendiaria de fabricación casera estalló ayer en la Caja Laboral Popular en Tolosa (Guipúzcoa), ocasinando daños materiales, pero no heridos.