Fuentes de este miniserio explicaron a Servimedia que tales medidas de autoprotección vienen aplicándose desde hace años, aunque el constante riesgo de nuevas acciones terroristas obliga a recordar a los militares que deben seguir al pie de la letra las normas escritas que reciben al respecto.

Según Defensa, ya no es posible "inventar nada nuevo" en las fórmulas de protección, aunque siempre crezca la preocupación por las acciones terroristas tras un atentado mortal, y que lo que puede hacerse es "extremar las medidas de recaución, tanto individuales como colectivas".

Entre las medidas aplicadas por Defensa figuran la protección sistemática de las viviendas militares, que los conductores cambien las rutas que siguen cuando trasladan a sus superiores de su domicilio a los cuarteles o centros de trabajo, así como comprobar el estado de los coches antes de ponerlos en marcha.

Por su parte, el Ministerio del Interior destina a agentes de policía a controlar vehículos de alquiler (potencialmente utilizables para desplzamientos de los terroristas e incluso como coches-bomba), según fuentes policiales consultadas por esta agencia.

Asimismo, efectivos policiales suelen investigar los garajes y plantas bajas de edificios que sean susceptibles de ser usados por los terroristas para preparar coches-bomba y como lugar para ocultarlos antes de su activación.