El Partido Socialista calificó el acto terrorista de "atentado contra la democracia" y en sentido parecido se expresó la Conferencia Episcopal al considerar que "en este caso se da el agravante de haber pretendido desestabilizar el sistema democrático al atentar contra una persona de gran relevanciaen la vida política del país".

El Gobierno decidió hacer una declaración institucional, que fue leída por el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, quien destacó la importancia de mantener el consesno entre las fuerzas democráticas para acabar con el terrorismo.

LOS HECHOS

A las ocho de la mañana, Aznar salió de su domicilio para dirigirse a la sede el PP. Unos minutos después, al pasar por la confluencia de las calles Arturo Soria y José Silva, un coche-bomba estacionado estall al accionar los terroristas un mando a distancia unido a los explosivos por un cable de unos doscientos metros.

La explosión produjo 16 heridos, tres de ellos de gravedad, y la onda expansiva afectó a 37 edificios de la zona, dos de ellos fueron declarados en ruina a causa de los desperfectos.

El capó y el maletero del vehículo de Aznar quedaron reventados, pero el habitáculo resistió gracias al blindaje y el líder del PP salió prácticamente ileso. Unicamente algunos cristales de las puertas delnteras se introdujeron en el vehículo. Aznar salió por su propio pie y fue acompañado a otro automóvil que lo condujo a la clínica Belén, donde tras recibir unas primeras atenciones médicas fue trasladado a la clinica Ruber para prácticarle un intensivo chequeo médico.

El parte indicó que "la exploración realizada por el equipo médico de la clínica confirma que (Aznar) viene en buenas condiciones generales, con una exploración física dentro de los límites normales".

La Ruber se convirtió en el cetro de visitas y de llamadas de la jornada y en lugar de concentración de centenares de personas. Ana Botella, esposa de Aznar, y Francisco Alvarez Cascos, secretario general del PP, estuvieron atendiendo a los visitantes. La primera recibió en ese centro la llamada del Rey don Juan Carlos, que fue precedida por otra del jefe de la Casa Real, Fernando Almansa, que habló con Alvarez Cascos cuando aún José María Aznar se encontraba en la clínica Belén.

Hacia las nueve y media, se produjo otra explosión n la Plaza de Castilla, donde los terroristas hicieron estallar el coche en el que se habían alejado del lugar del primer atentado.

DISONANCIAS

La unánimidade en las condenas no evitó que se produjesen algunas disonancias durante la jornada, de las que el principal destinatario fue el ministro del Interior, Juan Alberto Belloch, que fue abucheado a su salida de la Clínica Rúber donde fue a visitar al dirigente del PP.

El Presidente del Gobierno balear señaló que esta nueva acción de los violents demuestra que "este Gobierno no es capaz de garantizar algo tan básico como la seguridad de una persona de tanta relevancia pública y que aspira a gobernar España".

Herri Batasuna justificó el atentado contra el presidente del PP por la "responsabilidad directa de determinados políticos en la estrategia de represión legal e ilegal contra Euskal Herría y en los planes de liquidación del pueblo vasco".