Tras la muerte del portavoz de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona, Tomás Caballero, Alvarez Cascos afirmó en los pasillos del Senado que la firmeza de la actuación policial es compatible con la respuesta de los terroristas.

Tras juzgar "irrelevante" la ideología del asesinado, aseguró que él mismo y todo el Gobierno sienten como propia la nueva víctima, "que ha conseguido llenarnos de dolor a todos y que de nuevo nos conmueve".

Lacondolencia que trasladó en nombre del Ejecutivo a la familia de Caballero y a los miembros de su formación política quiso hacerla extensiva a todos los demócratas, como "destinatarios de las acciones de ETA".

"Ante momentos como éste, es necesario repetir los compromisos de todos los demócratas y de todas las instituciones, de enfrentarnos a la violencia con la legitimidad del Estado de Derecho, con las armas que da la ley y con el respaldo del consenso de todos los ciudadanos de bien y de todas las uerzas políticas comprometidas con la convivencia", agregó.

"ALERTA PERMANENTE"

La política antiterrorista requiere, a juicio del vicepresidente primero, "perseverancia" y la "continuidad de las directrices trazadas". En ningún caso, aseveró, debe estar condicionada por los momentos de silencio de la banda terrorista ni por los momentos de dolor.

La reacción de los "desalmados", añadió, es actuar "con más radicalidad en función de su desesperación ante los fracasos de los planteamientos que defenden con las pistolas". Por este motivo, dijo que hay que permanecer en alerta permanente y no dar facilidades a quienes buscan el punto más débil y el ciudadano más indefenso.

Alvarez Cascos expresó su convencimiento de que los terroristas no han decidido esta acción tras la última operación policial, sino que "cada día, en este momento, las cabezas visibles de ETA están pensando qué víctimas eligen, sus comandos legales están transmitiendo información sobre el grado de indefensión de los ciudadanosy sus comandos activos están encargados de causarnos el mayor daño posible".

Por ello, continuó, "mientras permanezca un sólo desalmado con una pistola o una bomba, con capacidad para asesinar o para secuestrar, todos tenemos que estar en un extrordinario estado de alerta".

El vicepresidente primero, que hizo estas declaraciones tras permanecer unos minutos conversando con los representantes de UPN en la Cámara Baja, no adelantó los planes del Gobierno, pero aseguró que estará cerca de la familiade Tomás Caballero y de la sociedad navarra.