Borrell expresó su condena "sin límites" del asesinato del concejal popular Manuel Zamarreño y recalcó que la "repulsa total" frente a los violentos debe ser manifestada "con la misma energía cuando hay un muerto y cuando no lo hay, cuando se está de cuerpo presente o de voto expectante".

Advirtió que, "silos demócratas no permanecen unidos, la lucha contra el terrorismo será muy difícil de ganar", por lo que hizo una llamada "si cabe, más firme", a la unidad de toda la sociedad como requisito imprescindible "para ganar esta batalla cruel".

El candidato socialista recordó la conmoción vivida hace un año, cuando ETA asesinó a Miguel Angel Blanco, y reiteró la solidaridad con las familias de los fallecidos y con aquellos que dimitieron por miedo a ser asesinados.