Según informaron hoy fuentes jurídicas, el juez Dívar, encargado de investigar el atentado del martes, debe decidir si le aplica el Estatuto de Testigo Protegido por onsiderar que su testimonio es imprescindible para esclarecer los hechos.

En caso afirmativo, una vez concluida la instrucción, las acusaciones pueden prescindir de su testimonio, en el que caso de que a lo largo de la instrucción se hayan obtenido una serie de pruebas suficientes para incriminar a los acusados.

Según explicaron hoy fuentes jurídicas, en el caso de que declarase en un juicio, la identidad del testigo protegido no podrá ser revelada jamás, aunque la defensa de los acusados pida qu se les identifique. Además, también pueden acudir disfrazados, ponerse lentillas de color, una peluca o, incluso, un casco, para impedir que les vean la cara.

"Sin embargo, habrá que ver si finalmente se le declara testigo protegido y si finalmente le citan para que comparezca en el juicio oral", advirtieron. "No hay que adelantar acontecimientos".

El tratamiento de los testigos protegidos viene recogido en la Ley Orgánica 19/1994 de 23 de diciembre, de Protección a Testigos y Peritos en Causas riminales, que establece las medidas básicas para proteger la identidad de quienes declaren en contra de los inculpados en juicios de alto riesgo y prevé ofrecer nueva identidad y medios económicos para cambiar de residencia y de trabajo para casos excepcionales.