El texto analiza lo ocurrido durante la manifestación de la AVT en Madrid del día 22, en la que Bono "fue atacado por la política gubernamental de reconocimiento de derechos a los gays".

Otro de los motivos del intento de agresión al titular de Defensa fue, según la revista, "el terror que cunde en la derecha desde que el Gobierno anunciara que podría mantener conversaciones con ETA si a cambio ellos renunciaran a las armas".

El artículo añade que, durante la marcha, "mujeres movidas por el odio y enfundadas en sus abrigos de piel llamaron al ministro 'asesino' y 'defensor de maricones'".

Indica, además, que los autores del intento de agresión, "gamberros de extrema derecha de mediana edad", pusieron de relieve dos hechos: "cómo unos pocos mueven al resto y cómo están de mayores algunos derechistas".

También hace referencia al Alto Comisionado para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, sobre quien afirma que "llamó a ambas partes (Ejecutivo y oposición) a dejar de obtener beneficios políticos a costa de las víctimas".

"The Economist" insiste en que el motivo de lo ocurrido reside en "lo enfadada que está la extrema derecha con las reformas sociales del Gobierno" de Zapatero, del que diceque, "aunque en la derecha muchos creen que se hizo con la victoria por la resaca del 11 de marzo (...), la mayoría de los españoles están con los socialistas (...), pues las últimas encuestas sitúan a Zapatero ocho puntos por encima de Rajoy".