En un comunicado, ATA explica que "en toda España -y Madrid no es una excepción- el sector del comercio se sustenta en pequeñas tiendas familiares, en las que el autónomo trabaja en solitario o con ayuda familiar, y que en caso de tener trabajadores a su cargo, ajenos a la familia, nunca superan los tres empleados".

Por ello, advierte que el escenario propuesto desde la Comunidad de Madrid, dada la caída del consumo y el descenso de la tasa de ahorro, perjudicaría a un gran porcentaje de comerciantes, abocándoles al cierre y a la quiebra de sus negocios e, incluso, transvasaría su cuota de mercado hacia las grandes superficies.

"Si lo que la administración pretende es beneficiar al ciudadano de Madrid y al turismocon esta medida", afirma Lorenzo Amor, presidente de ATA, "tiene que empezar por dar ejemplo, de forma que todos los organismos e instituciones que dependen de la Comunidad estén abiertos por las tardes, los fines de semana y, si es necesario por las noches para atender las necesidades de los madrileños y de los turistas que nos visitan".

"Es más, si la presidenta de la Comunidad de Madrid se ve obligada a conciliar su vida laboral y familiar; los autónomos, que ya de por sí dedican a sus negocios largas jornadas laborales, con esta "salvaje" liberalización de los horarios comerciales, se verían duramente castigados", concluye Amor.