Más de 390 congresistas debatirán durante dos días en Madrid sobre la necesidad de abrir una mesa estable de negociación entre la Administración y el sector de residencias, con el fin de determinar cuotas de concertación, equiparación legal del sector en las distintas comunidades autónoma y consecución de la ayuda individual que permita al mayor elegir la residencia donde vivir.

La conveniencia de catalogar las diferentes residencias en función de los medios de que disponen y los servicios que prestan, con un sistema que permita establecer de forma objetiva niveles o categorías, será otro de los temas a tratar en este encuentro, uno de cuyos objetivos más importantes es conseguir que se reconozca socialmente el papel asistencial que prestan las residencias de mayores.

El congresotambién planteará la necesidad de discutir el futuro de las residencias en un horizonte en el que el envejecimiento de la población hará que en el año 2000 haya dos millones de españoles mayores de 80 años.

"Las administraciones públicas y la iniciativa privada", señaló la ministra, "deben colaborar codo con codo para atender las necesidades de nuestros mayores y para que alcancen un nivel de bienestar social equilibrado y de mayor justicia social".

Cristina Alberdi destacó la importante labor de sector privado en la creación de plazas residenciales para la tercera edad, que complementa la oferta de servicios y prestaciones que ofrece el Ministerio de Asuntos Sociales al conjunto de los mayores de 65 años.

La ministra invitó a todas las administraciones públicas a que unifiquen los criterios legislativos en torno a las residencias de la tercera edad, que eviten los alojamientos clandestinos y faciliten el cumplimiento de la normativa vigente.

Por su parte, el presidente de la Federación acional de Residencias Privadas de la Tercera Edad, Juan Antonio Moya Mateo, denunció la existencia actualmente en nuestro país de más de 15.000 camas (2.000 de ellas en Madrid) en residencias de ancianos "piratas".

A juicio del presidente de la Federación Nacional de Residencias Privadas de la Tercera Edad, "las residencias se están convirtiendo cada vez más en centros para asistidos -aunque también acuden personas que pueden valerse por sus propios medios- y que ofrecen, entre las públicas y las priadas, 140.000 camas, cuando el sector hospitalario público y privado en su conjunto dispone de 127.000 camas, lo que hace pensar en la importancia de este sector asistencial como alternativa, o cuando menos complementario, al sistema sanitario español".

"La dificultad con que se encuentran las residencias para conseguir este reconocimiento", subrayó Juan Antonio Moya Mateo, "es que su labor y actividad es poco conocida, lo que permite que se sigan dando viejos estereotipos que no se corresponden con l realidad actual".