Estas ayudas económicas de urgencia social lo son con carácter extraordinario y se dirigen a personas y familias que han visto reducido sus ingresos económicos como consecuencia de la crisis y, por lo tanto, han entrado en una situación de vulnerabilidad y de dificultades para cubrir sus necesidades básicas.

Las ayudas se destinan a personas y familias que antes de la crisis actual, con los ingresos económicos que tenían, podían cubrir sus necesidades básicas y que nunca se habían visto en la necesidad de acudir a los servicios sociales municipales o bien eran usuarias de manera muy ocasional.

Unas personas y unas familias que hoy, en cambio, por la reducción de sus ingresos (por ejemplo, por la pérdida de empleo) no llegan a final de mes, hasta el punto de no poder pagar servicios básicos como la alimentación, el alojamiento o los gastos de la vivienda.

Asuntos Sociales aclara que ésta no es una ayuda destinada a personas y familias que ya eran usuarias de los servicios sociales porque se encontraban en una situación de exclusión y pobreza y que, para hacer frente a su situación, ya recibían y reciben ayudas específicas.