Cascos asegura que el detonante del conflicto que ha surgido con el presidente d Asturias fue la intervención de un consejero del Principado en unas jornadas empresariales, "en una conducta que no ha sido desautorizada por el presidente".

En una entrevista que publica hoy "Abc", Cascos señala que en este conflicto no ha intervenido la relación de amistad que les unía a él y a Marqués y agrega que "si todo lo que se puede decir es que yo me muevo por razones personales, está claro que no hay argumentos para enfrentarse a las verdaderas y auténticas razones que laten en esta crisis. A su juicio, "Marqués ha cerrado prácticamente todas las salidas".

En cuanto a la imagen que este conflicto está dando al Partido Popular, el vicepresidente del Gobierno indica que al final son los resultados los que el electorado valora y, por lo tanto, "las interioridades domésticas de las organizaciones políticas están en un segundo plano".

Por otra parte, Cascos también se refiere en la entrevista a las discrepancias que han surgido con el PNV y declara que estos problemas en la lucha contr el terrorismo "estaban presupuestados de antemano. Y digo que es así como nació este pacto y así se está desarrollando en el presente".

El líder del PP señala, por otro lado, que está muy tranquilo ante su comparecencia como testigo ante el Tribunal Supremo para declarar en el juicio del "caso Marey": "Lo acepto como una actividad normal que tengo que desarrollar en función de mi condición política".

En cuanto a la reunión que mantuvo en 1995 con el abogado defensor de los ex policías José Amedoy Míchel Domínguez, Cascos indica que no se arrepiente de nada y que no cambiaría nada de su vida, aunque "la experiencia me ayudaría a mejorar determinadas cosas".

"Creo que el PSOE ha utilizado el 'caso GAL' para tratar de implicar al Gobierno y deslegitimarlo en su compromiso con la ética y la defensa de las libertades. Ha sido exactamente la historia contraria", asegura.

Finalmente, Cascos también se refiere al candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, José Borrell, y afirma que alguns cualidades de éste "transmitían la sensación de que podía ser un oponente políticamente más difícil para el Gobierno y el Grupo Popular. Pero la política no es para 'sprinters', sino para corredores de fondo, y Borrell en todo caso es un velocista nato y va a tener muchas dificultades en las carreras de fondo".