Blanco argumenta en su iniciativa que el Consejo de Ministros de la UE aprobó una propuesta de ayuda a ciertos astilleros de Alemania y España bajo "una serie de condiciones".

Una de ellas, es que Astander abandone su actividad de transformación de buques mientras siga siendo una empresa de titularidad pública y se dedique únicamentela reparación de buques.

En opinión de Blanco, la decisión adoptada por España supone la "ruptura" por parte del Gobierno del Plan Estratégico y de Competitividad acordado con los sindicatos por el gobierno socialista en 1995, en el que se establecía que la transformación de embarcaciones sería una de las actividades del astillero santanderino.

Además, para los socialista esta decisión supone el incumplimiento del convenio colectivo de la empresa y una dificultad para su futuro, convirtiéndose e una industria inviable y haciendo bajar su precio a la hora de la privatización.