Piqué reiteró que el plazo dado por Industria a los sindicatos para que respondan a su propuesta vence dentro de cinco días, y afirmó que "me parece correcto el anuncio de iniciar su aplicación la próxima semana si no hay un acuerdo con los sindicato".

El ministro explicó que los planes de su departamento pasan por negociar con Bruselas entre febrero y marzo la inyección de 89.000 millones de pesetas que estaba prevista en el actual Plan Estratégico de Competitividad (PEC) de los astilleros, y que ha sido ahora cuestionada por una desviación en los resultados del 96 de 18.000 millones de pérdidas más de las previstas.

El objetivo, agregó, es llegar a un acuerdo con Bruselas antes del próximo Consejo de Ministros de Industria de la Unión Euroea, a celebrar el 23 de abril, en el que deberían aprobarse las ayudas pendientes para los astilleros españoles.

Industria propuso la semana pasada a las centrales sindicales un plan de choque que pasa por un incremento de la productividad del 20%, la reducción de costes de explotación mediante la eliminación de las horas extras y la subcontratación externa de tareas, el endurecimiento de las relaciones laborales y la segregación de la División de Construcción Naval en astilleros independientes que luhen individualmente por su supervivencia.

Piqué expresó su convicción de que en las negociaciones que se abran con Bruselas no será necesario el cierre de un astillero, como ya han planteado las autoridades comunitarias, sino un reparto del sacrificio que se pueda realizar entre todos los centros de trabajo.