El informe realizado por científicos del Royal Victoria Hospital de Montrel en más de 14.000 pacientes mayores de 55 años, aporta más evidencias sobre los beneficios de estos fármacos frente a enfermedades de tipo neurodegenerativo.

Los científicos calcularon que la toma regular de Aspirina u otros AINE se traducía en una reducción global del 28% en el riesgo de desarrollar Alzheimer.

Sin embargo, esta cifra experimentaba variaciones significativas según el tiempo previo de consumo. Así, con un periodo inferior a un mes el riesgo era sólo un 5% menor, porcentaje que reultó ser del 17% cuando el periodo se ampliaba a 24 meses.

No obstante, la disminución más importante se observó en aquellos pacientes cuyo tiempo previo de consumo era superior a los dos años, con un 73% menos de probabilidades de desarrollar Alzheimer.

Aunque todavía se desconoce cuál es exactamente el mecanismo protector, los autores del estudio señalan que éste podría derivarse de las propiedades antiinflamatorias de Aspirina y los AINE, las cuales actuarían sobre el cerebro.

Este no es l primer estudio que analiza los posibles efectos preventivos de Aspirina y otros AINE sobre diversas patologías neurodegenerativas, como la demencia senil, el Parkinson o el Alzheimer.

Uno de los más recientes, realizado por la Universidad de Seattle en más de 5.000 pacientes mayores de 65 años y publicado en Neurology comprobó que la toma regular de Aspirina al menos dos años antes del inicio de la enfermedad, reducía el riesgo hasta en un 45%.

Actualmente el Alzheimer es la principal causa de emencia entre los mayores de 65 años. En España el número de casos diagnosticados ronda los 400.000, equivalentes al 6% de la población mayor de 65 años y al 20% de los que ya han cumplido los 80.