AEA estima en al menos un millón de euros el dinero que pagan de más los madrileños al año por el deficiente funcionamiento de numerosos parquímetros y los cobros irregulares. Por ello, hoy pedirá por escrito al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, que precinte inmediatamente los parquímetros y suspenda el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) hasta que se garantice su correcto funcionamiento.

En declaraciones a Servimedia, Pedro Casas, portavoz de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, y Carmen Espinar, presidenta de la Asociación de Vecinos La Flor, de Fuencarral, indicaron que no han recibido quejas de vecinos en el sentido que apunta la denuncia de AEA.

No obstante, señalaron que no les extraña "en absoluto" que esto esté pasando por la falta de control que existe sobre los parquímetros, tanto por parte de las empresas concesionarias del SER como por parte del Consistorio.

Como muestra de este descontrol, Casas indicó que está convencido de que el Ayuntamiento sigue pagando a la concesionaria del SER por las plazas de aparcamiento azules que había en Carabanchel, que se retiraron en todas las zonas afectadas por la última ampliación del SER en mayo de 2006 tras las fuertes protestas de los vecinos.

Espinar también denunció el desigual funcionamiento de los agentes del SER en la ciudad. Indicó que, según la empresa que tenga adjudicada el servicio, los agentes son más permisivos o más incisivos, llegando incluso en algunos casos a llevar a cabo medidas que exceden de sus competencias.

Tanto Casas como Espinar aprovecharon para volver a reclamar que se cumpla y ejecute la sentencia que declaró nula la extensión del SER a los barrios de fuera de la M-30.