José Ramos Aparicio, presidente de la Asociación de Vecinosde Ceuta, indicó a Servimedia que la población está tranquila y no tiene miedo.

"Estamos acostumbrados; este goteo se viene repitiendo desde hace muchos años", confesó Aparicio, quien consideró que el problema no está tanto en Ceuta, receptor de inmigrantes, como en la península.

"Los inmigrantes que llegan a Ceuta no están aquí por mucho tiempo; en cuanto pueden se marchan a la península o a Francia, y en estas zonas no sé si están tan acostumbrados a la inmigración", indicó.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos de Melilla, José Luis Suárez, destacó que la verdadera preocupación de los ciudadadanos está en el futuro, en lo que denominan como el "efecto llamada".

"Por el momento han pasado unos 1.200 inmigrantes, pero nadie sabe cuántos más lo harán. Tenemos un grave problema humano que no se salvará con el empleo de la fuerza", apostilló Suárez.

Un "no" a la fuerza que no significa un "no" a la devolución, aclararon. Tanto para la asociación de vecinos de Ceuta como para la de Melilla, lo que está claro es que hasta que se solucione el problema de raíz, que es la pobreza, hay que frenar la entrada masiva.