El presidente de la FEMI, Miguel Angel Montañés, ha señalado que todas las personas deben ser conscientes de que el trabajo es un derecho al que han de tener acceso todas las personas sin limitación alguna, como dice la Constitución.

Hubo un día, según Montañés, en el que se pensó que la solución eran los centros especiales de empleo. "En la actualidad, los que trabajamos con minusválidos psíquicos y físicos nos estamos dando uenta de que con los centros especiales sólo se integra a los mejores, al dar prioridad a la rentabilidad económica por encima de otras cosas".

El método a aplicar en esta ocasión responde a un programa de la Universidad de Florida, por el que el 80 por ciento de los minusválidos que han participado en él se integraron como un trabajador más de la empresa. La intención de la FEMI es empezar a aplicarlo regularmente en Badajoz a partir de septiembre, buscando la complicidad de profesionales docentes y e los empresarios.

Montañés indicó que el método puede estar perfectamente vigente en sólo tres meses. "No todas las actividades pueden ser desarrolladas por un discapacitado. Antes de nada tiene que ser analizada la discapacidad que el trabajador presenta y, conforme a ella, formarle para una actividad concreta".

El único tope con el que se tropieza a la hora de poner en marcha un programa de estas características es la voluntad de quienes gestionan las empresas. Montañés manifestó en este sentio que de antemano se ha de garantizar al empresario que su empleado minusválido le va a costar lo mismo que un empleado sin minusvalía.