Las reformas tras la crisis de las "vacas locas", en opinión del director de ECAS, Tony Venables, se han centrado en la creación de nuevos comités científicosy servicios de inspección, sin enfrentarse a la necesidad de reformar radicalmente los mecanismos de consulta de la legislación alimenticia, hasta ahora dominados por los productores y por la industria. El instituto propuesto por ECAS reuniría a representantes de ONGs y científicos y sería una fuente de informes objetivos para los servicios de la Comisión.

Para ECAS, no existe una amplia política de seguridad alimentaria y salud, algo para lo que se ha desaprovechado la oportunidad que brindaba la Ageda 2000 y que habría supuesto una disminución de la mortalidad prematura y de los costes sanitarios. En este sentido, la organización ha resaltado que el momento político, con la renovación de la Comisión y las próximas elecciones al Parlamento Europeo, es propicio para avanzar hacia una política europea de la alimentación.

La legislación aprobada para hacer frente a la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) no está siendo aplicada debidamente por los Estados miembros, según ECAS. Además, la organizaión considera que las medidas adoptadas para afrontar este problema no solucionan otros muchos más extendidos y menos atendidos, como la salmonela.

Por otra parte, ECAS destaca que las preocupaciones de los ciudadanos sobre alimentación son tenidas cada vez más en cuenta en la UE, y cita como ejemplo la batalla de la Unión contra EEUU y la Organización Mundial del Comercio (OMC) por mantener su prohibición de carne con hormonas. Sin embargo, la voz del ciudadano sigue sin ser perceptible frente a los ntereses de los productores organizados.