La UNAD está en contra del artículo 54 del Estatuto, que señala como causa de despido disciplinario "la embriaguez habitual o toxicomanía si repercuten negativamente en el trabajo".

En el último boletín de la organización, la mayor ONG dedicada a la lucha contra la droga, la UNAD considera que el artículo no sólo no reconoce al drogodependiente como a un enfermo al que es necesario tratar, sino que invita a falsear la realidad a un amplio colectivo de ciudadnos.

Añade que un trabajador enfermo puede conseguir una baja laboral, pero no un drogodependiente, lo que lleva a muchos a ocultar su adicción o a llegar a algún tipo de acuerdo con su médico para obtener la baja por otros medios.

Según la UNAD, ya nadie discute en la actualidad la condición de enfermedad para las drogodependencias, y es evidente que se producen recaídas en un amplio colectivo de los toxicómanos en proceso de rehabilitación.

"El despido disciplinario imposibilita que muchasde estas personas puedan incorporarse al mercado laboral, por lo que se les están cerrando unas puertas a las que tienen derecho", agrega.