"Ha sido uno de los más graves ataques físicos sufridos por los periodistas en la democracia, consistente en golpes de todo tipo a los informadores, insultos, pedradas y destrozos del material de trabajo, que no culminó en algún linchamiento por la intervención oportuna de otros manifestantes", señaa la APM en su nota.

En opinión de la asociación, estas agresiones "atentan contra el constitucional derecho a la información de los ciudadanos por cuanto tratan de impedir que los periodistas cumplan con sus tareas adecuadamente".

La APM ha instado a los dirigentes sindicales a "corregir" las reacciones de sus militantes y seguidores, "que ponen en serio riesgo la función informativa y desautorizan a quienes las realizan, amparan y permiten".

En el comunicado, la asociación recurre tambiénlas autoridades "para que presten la necesaria protección a los periodistas en el desempeño de su labor; modo de garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información de todos los ciudadanos".