Eso contrasta, a su juicio, con la situación en que vivía Carranza, "en el domicilio de un familiar, por no poder independizarse".

La asociación señala que los jueces no se han mostrado tan diligentes para conseguir que la ex mujer de Carranza le dejase ver a su hja como a la hora de meterle en la cárcel.

Agregan que Carranza se hizo cargo de la educación de uno de los hijos y no pudo pagar la manutención del otro por imposibilidad económica, algo que, a su juicio, no merece ser castigado con privación de libertad.

A su juicio, carece de sentido la situación actual, en la que "aunque el padre esté en paro, tiene la obligación de pagar, mientras que la madre nunca tiene esta obligación y puede decidir si desea trabajar o que la mantenga su ex marido hasta ue la muerte los separe de verdad".