LA ASOCIACION CONTRA LAS NEGLIGENCIAS MEDICAS DENUNCIARA AL MEDICO ACUSADO DE RECETAR VACUNAS DE SU LABORATORIO

- Creen que el facultativo pudo incurrir en delitos de estafa y vacunación indebida

MADRID
SERVIMEDIA

La Asociación de Víctimas de Negligencias Médicas contactará con los pacientes del médico esponsable de alergia pediátrica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Teófilo Sainz Martín, al que acusan de recetar vacunas de un determinado laboratorio a personas que no las necesitaban, para demandarle ante los tribunales.

La portavoz de la asociación, Carmen Flores, declaró hoy a Servimedia que la decisión adoptada por la Dirección Provincial del Insalud de suspender temporalmente en sus funciones al doctor Sainz Martín "es insuficiente, ya que ha podido incurrir en un delito de estafa y otro devacunación indebida".

Flores aseguró que "nosotros denunciamos en su día ante las autoridades sanitarias las irregularidades en las que incurría este médico, que llegaba a prescribir a algunos niños hasta tres vacunas al año sin aparente causa que lo justificara".

Tras las investigaciones emprendidas a raíz de las denuncias recibidas, la Dirección Provincial del Insalud detectó que el área de alergia pediátrica del Ramón y Cajal recetaba un importante número de recetas de productos de un mismo laoratorio: Urbion Farma.

Al parecer, hasta hace unos años la madre del doctor Sainz Martín constaba como propietaria de esta empresa, lo que aumentó las sospechas hacia el facultativo.

Para Carmen Flores, la actuación del médico es lo suficientemente grave como para "inhabilitarle indefinidamente e impedirle desarrollar actividad profesional alguna en el sector público".

La portavoz de la Asociación de Víctimas de Negligencias Médicas indicó que de confirmarse que el facultativo prescribía vaunas para niños que no las necesitaban, esta práctica ha podido tener repercusiones negativas sobre la salud de los pacientes.

Además, indicó que el médico podría haber incurrido en un delito de estafa si se demuestra que se lucraba con esta actividad, ya que algunas vacunas tenían un coste cercano a las 30.000 pesetas, de cuya cantidad un porcentaje importante recaía sobre el usuario.

(SERVIMEDIA)
14 Jun 1997
GJA