En marzo de 1993, Grass tuvo una convivencia muy cercana con gitanos en nuestro país. Martín explicó a Grass que "el muro de hormigón y desvergüenza con el que se había rodeado uno de sus asentamientos madrileños por decisión del alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano".

Gunter Grass, que participó esta semana en un curso dedicado a su obra literaria escribió en "Discurso de la Pérdida" "la insensibilidad para con la xenofobia y el racismo, lacras de la sociedad alemana del bienestar y la prepotencia económica".

La Asociación Nacional Presencia Gitana concedió a Grass el Premio Hidalgo 1992 por ser "símbolo de la persona de respeto para los gitanos".