Arnaldo, en declaraciones a Servimedia, afirmó que esta propuesta no es viable desde un punto de vista jurídico, ya que "debería existir una normativa a nivel comunitario", como ya existe para camiones y autobuses.

Sin esta medida comunitaria de consenso, sería imposible la aplicación de una norma únicamente para España ya que, según Arnaldo, "en otros países, como Alemania, no existe un límite de velocidad genérico al estilo del español y no se podría prohibir la venta de coches alemanes en España", aseguró.

Además, Arnaldo aseguró que carece de sentido aplicar un dispositivo de este tipo, a no ser que sea "un limitador de velocidad inteligente capaz de discriminar el límite de velocidad de la vía por la que se circula". "Tan sólo serviría para las limitaciones genéricas máximas", añadió.

"Esta limitación, -prosiguió Arnaldo-, podría ser perjudicial en algunas situaciones en las que se necesitase una reserva de potencia" y aseguró que no hay que desvíar la atención, puesto que "el exceso de velocidad, que no hay que confundir con la velocidad inadecuada, es sólo la sexta causa de los accidentes".

En relación a la propuesta de la Dirección General de Tráfico, secundada también por el Defensor del Pueblo, de castigar con penas de cárcel pasar en 60 km/h el límite de velocidad establecido, Arnaldo afirmó que "es una barbaridad" que ya fue rechazada en el Senado cuando lo propuso CiU. "No sé si van a construir cárceles para tanta gente", ironizó.

Arnaldo relacionó esta propuesta de Tráfico con la falta de credibilidad de los límites de velocidad y pidió una revisión de los mismos. "Los límites de velocidad deberían ser revisados, ya que no son creíbles", y esa falta de credibilidad "motiva que la gente no los respete".