El estudio, que ha sido publicado en el "New England Journal of Medicine", analizó el historial clínico de 30.569 enfermos de asma de la provincia canadiense de Saskatchewan entre 1975 y 1991.

La mayoría de los pacientes que sobrevivieron a la enfermedad se trataron con una cantidad tres veces mayor de esteroies inhalados que quienes fallecieron. Los investigadores afirman que el uso regular es lo más importante y recomiendan una media de seis inhaladores por año.

Los esteroides reducen la inflamación de las vías de respiración que sufren los asmáticos. Al mismo tiempo, hacen que el aparato respiratorio de los enfermos sea menos sensible al polen, al humo y a otros factores que pueden desencadenar ataques de asma.

Los investigadores también afirman que, utilizados en dosis racionales, los esteroides n tienen por qué producir los efectos secundarios que se les atribuyen, como osteoporosis, cataratas o glaucomas. El estudio ha sido encargado por el Consejo de Investigación Médica de Canadá y por varias compañías farmacéuticas.