Migración
Así es la historia de supervivencia de un joven ciego que llegó a España en patera
- Es uno de los protagonistas de la serie documental ‘Hagan Lío’, que pone el foco en la figura del ‘Padre Patera’
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Zacarías tiene 23 años. Es de M'diq, conocida como Ciudad del Rincón, en el norte de Marruecos. El joven llegó a España en patera, donde se siente afortunado. “¿Cómo yo he podido llegar a España con la ceguera mientras miles de personas mueren cada año tratando de atravesar el mar?”, reflexiona entre agradecido y sorprendido de su propia suerte.
Zacarías no se explica que, con su discapacidad, haya podido sortear los peligros de atravesar el Estrecho de Gibraltar. “Nací así, ciego. Nunca pensé en la migración hasta cuando se complicaron un poco más las cosas en nuestra casa y pensé en ayudar a mi familia”, reconoce a la serie ‘Hagan lío’, que ha dedicado uno de los capítulos de esta temporada a un franciscano de la Cruz Blanca que comenzó a rescatar a decenas de migrantes para darles una oportunidad. Por ello, la revista ‘Time’ nombró “hombre del año” a Isidoro Macías, conocido como el ‘Padre Patera’.
Una de esas muchas personas a las que ayudó el fraile es el propio Zacarías. A algunas las sacó del mar, literalmente, con la ayuda de la Guardia Civil, explicó el fraile a Servimedia cuando la crisis migratoria afectaba seriamente a Algeciras. Por eso, Macías, siempre ha recomendado a los políticos que vean, como él, la realidad de miles de personas 'in situ' y después elaboren sus planes migratorios.
“Cuando he conocido la Cruz Blanca he tenido la mejor suerte en mi vida, lo digo sin exagerar”, comenta ahora este joven marroquí al documental. “Mi situación era muy mala. No tenía ni papeles, me recibieron y me ayudaron lo más posible que pudieron y todavía me siguen ayudando. Son ángeles”.
En los mismos términos se expresa Ben, de Costa de Marfil y futbolista profesional y empresario, que perdió todo por los políticos que provocaron una guerra en su país y para el que migrar en una patera sin saber nadar fue una necesidad.
"Migrar no es una decisión fácil, ni de la noche para la mañana. Llegas a lugares donde no hay nada para ti. Lo más duro es cuando dejas tu tierra y no sabes si vas a regresar", explica.
También habla en el documental Mohamed, un surfista marroquí, que cruzó junto a su primo en Mediterráneo, porque no podían pagarse un viaje en patera. Un barco partió una de las tablas y quedaron a la deriva hasta que fueron rescatados al borde de la muerte. Ahora, su sueño es ser campeón de surf.
SIN OPCIÓN
Isoke es una nigeriana que dio a luz a solas en un bosque y tardó cinco años en llegar a España. "Comer era difícil, por eso decidí irme. Lo pensé bien, no tenía opción. Cuando ya no puedes más, tienes que hacerlo: salga bien o mal, pase lo que pase", reconoce. "He pasado un infierno pero doy gracias a Dios por todo".
Para ella, gente como el ‘Padre Patera’ son “ángeles”. También lo reafirman en el documental otras personas a las que Isidoro ayudó a ser solidarios con las personas migrantes: Paco, un peluquero de Algeciras; y Pepa, activista de Mamá África.
“Yo he hecho lo que tenía que hacer”, confiesa el franciscano. Macías reconoce que durante los más de 30 años que ha dedicado a acoger a estas personas le ha cambiado la perspectiva. “Cuando miro el mar veo mucha tragedia y mucha muerte. Ya dijo el papa Francisco, que ‘el Estrecho se ha convertido en un cementerio en Europa’. Lo he vivido en mis propias carnes”, dijo.
“Hay que acogerlos, son las personas que llaman pero para mi es Dios el que llama. Encuentran lo que hace mucho tiempo que no encontraban. No hace falta hablar mucho. Hay que actuar. Una fe sin obras es una fe muerta. Aquí esta Dios Con ellos. Muchas veces los demonios somos nosotros con ellos, que no nos portamos como nos tenemos que portar”, reflexionó, en línea con lo que propone el Papa.
El propio Francisco ha dedicado recientemente su oración a los que huyen de su país y ha destacado "el drama que viven las personas forzadas a abandonar su tierra, huyendo de guerras o de la pobreza". Ese drama, prosiguió el Papa, "se une muchas veces al sentimiento de desarraigo de no saber a dónde se pertenece".
"Además, en algunos países de llegada los migrantes son vistos con alarma, con miedo", a lo que se añade "el fantasma de los muros": "En la tierra que separan a las familias y muros en el corazón". "Los cristianos no podemos compartir esta mentalidad. El que acoge a un migrante acoge a Cristo", defendió.
(SERVIMEDIA)
30 Ene 2025
AHP/pai