Así lo expresó hoy en rueda de prensa el presidente de REAF, Valentí Pich, quien instó al Ejecutivo a poner en marcha una reforma urgente de este impuesto "para mejorar la competitividad de las empresas y mantener y atraer inversiones".

Según Pich, la importancia de este impuesto, el tercero en recaudación, implica una reforma "en el menor tiempo posible", incluso antes de la que prepara el Gobierno en el caso del IRPF para el año 2007.

La cuestión que más preocupa a los asesores es el elevado tipo impositivo que pagan las empresas, concretamente el 35%, uno de los más altos de la Unión Europea, junto a Grecia y Malta. Además, señalan que la media de la UE es del 26,82%.

No obstante, los datos que maneja REAF muestran que el tipo efectivo, es decir, lo que tienen que pagar una vez practicadas las deducciones, supera ligeramente el 24%, frente al tipo medio, que alcanza el 32,5%.

Otra de las medidas que subrayan los asesores es la revisión de muchos incentivos que "no cumplen su función". De este modo, los dos incentivos más claros para la organización, que agrupa a más de 4.300 economistas, son por razón de territorio con el objetivo de reequilibrar el desarrollo regional, o través de las deducciones fiscales por inversión en I+D+i.