LOS ASESORES FISCALES AFIRMAN QUE LAS EMPRESAS TENDRAN PROBLEMAS PARA PAGAR IMPUESTOS HASTA FINALES DEL 93
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El presidente de la Asociación Española de Asesores Financieros y Tributarios, Juan Carlos Para, manifestó hoy a Servimedia que las empresas tendrán problemas para pagar sus impuestos a Hacienda al meos hasta el segundo semestre de 1993.
En su opinión, las dificultades económicas que atraviesan las empresas les obligarán a aplazar el pago de impuestos por encima de los niveles actuales, en que ascienden ya a 200.000 millones de pesetas, según los datos de Hacienda.
Para hizo estas declaraciones tras un encuentro con el responsable del Partido Popular en cuestiones fiscales, José Manuel García Margallo, a quien expresó su oposición a una reducción del tipo máximo del IRPF al 40 por ciento, si o va acompañado de un tributo especial sobre las grandes fortunas.
En opinión del presidente de los asesores financieros, no cabe pensar en reducir 16 puntos el tipo máximo del IRPF, sin ninguna medida recaudatoria adicional, cuando en España las 4.800 personas más ricas aportan el doble que los 3,5 millones más pobres.
Para también urgió al Gobierno a utilizar más activamente el Impuesto del Patrimonio en la lucha contra el fraude fiscal y a perseguir a quienes alquilan viviendas sin declarar es fuente de ingresos.
No obstante, acusó a Hacienda de combatir el fraude intimidando al contribuyente medio que cumple con sus obligaciones fiscales. "Hace diez años había conciencia cívica de contribuir, mientras que ahora se paga por miedo", apostilló.
En relación a la reforma fiscal propuesta por el Partido Popular, Para criticó la sugerencia de que las empresas cobren un canón del 0,2 por ciento sobre las retenciones del IRPF, en concepto de gasto administrativo.
Tampoco respaldó la ideapopular de que Hacienda tenga que demostrar siempre la incorrección de los datos del contribuyente, y adujo que eso no debe ser así, al menos en lo que se refiere a los gastos deducibles declarados.
PERDIDA DE CONFIANZA
Por su parte, José Manuel García Margallo afirmó que el mayor problema tributario no es ya el fraude fiscal interior sino la posibilidad de eludir el pago de los impuestos tomando como base de operaciones un país extranjero.
Recalcó que la reforma fiscal propuesta por el PP servría para restaurar la confianza del contribuyente en Hacienda, perdida a su juicio definitivamente con la elevación de las tarifas del IRPF en mitad del ejercicio del 92.
Según García Margallo, el Gobierno ha convertido el sistema fiscal en "una bono-loto" en la que el contribuyente no sabe lo que le va a tocar pagar porque las reglas de juego han sido establecidas "por Groucho Marx".
(SERVIMEDIA)
15 Oct 1992
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