Los fallecidos son el empresario David Fernández, de 59 años; su mujer, Pilar Sanromán; la hija de ambos, Marta Fernández Sanromán, de 27 años, y la empleada de hogar Isabel Costas.

Según fuentes de la investigación, los secuestradores habrían entrado en el domicilio de las íctimas a las 20 horas de ayer, disfrazados de policías (según contó a un vecino uno de los hijos del matrimonio), y las retuvieron durante toda la noche. A primera hora de esta mañana, David Fernández hizo acudir al domicilio al contable de su empresa de granitos, le firmó varios talones y le envió a cobrarlos a Vigo.

El asesor de David Fernández, según estas mismas fuentes, regresó al domicilio en torno a las 13 horas y entregó al industrial una cantidad de dinero que podría ascender a 20 millones. in embargo, al notar algo raro llamó por teléfono a la casa de David Fernández y, al no obtener respuesta, avisó a la Guardia Civil.

Antes acudieron al lugar de los hechos vecinos alertados por los gritos de los dos supervivientes, David y Pedro, de 22 y 15 años, hijos del matrimonio. Estaban maniatados, al igual que las cuatro víctimas mortales, que además estaban amordazadas, según fuentes vecinales. Las cuatro víctimas murieron por disparos de arma de fuego en la cabeza, según las fuentes consultads, aunque por el momento no existe versión oficial de los hechos.

Al acudir a la vivienda, la Guardia Civil halló los cadáveres del matrimonio y la asistenta. La hija, gravemente herida por un disparo que le atravesó la cabeza, murió en clínica Povisa de Vigo a las 17,15 horas, cuando estaba siendo intervenida quirúrgicamente. Sólo se salvaron de la matanza los dos hijos menores, que prestaron decleración esta tarde ante el titular del juzgado número 4 de Vigo.

Funcionarios del Cuerpo Nacional dePolicía de Vigo se han hecho cargo de la investigación. Tras conocerse los hechos se montó un importante dispositivo policial, aunque por el momento no han sido localizados los autores de la masacre, que primero huyeron en el vehículo de la hija del matrimonio asesinado, que luego cambiarían por otro coche.

La Confederación de Empresarios de Galicia difundió esta tarde un comunicado en el que manifiesta su "profunda consternación" por la trágica muerte del empresario David Fernández, que fue directivodel Club Celta de Vigo, su mujer, su hija y la empleada doméstica.