“Hay diferentes opciones”, atestiguó en una entrevista en Onda Cero recogidas por Servimedia, si bien no entró en detalles. “no estoy autorizado para hablar de ellas, pero hay diferentes opciones para intentar pasar página, curar las heridas de los hechos de 2017 e ir al terreno político”.

En la entrevista, Asens explicó también que la reunión que mantuvieron el lunes la líder de Sumar, Yolanda Díaz, y él mismo, con el líder informal de Junts y expresidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, en Bruselas, la pidió éste último, quien eligió también tenerla en el Parlamento Europeo; un lugar que a Sumar le pareció “idóneo” porque en los parlamentos es donde se hace política.

El negociador de Sumar puntualizó que las condiciones que expuso ayer en público Puigdemont “no son las condiciones previas” para hablar de la investidura, sino que “son las condiciones para la investidura” y que “básicamente se reducen a la amnistía”, según ha visto en las distintas ocasiones en que ha hablado con él. Aun así, Asens insistió, como ayer, en que “en cualquier negociación se parte de una posición de máximos y luego uno va acercando posiciones”.

En otro momento quiso recalcar que “nada de lo que estaba pidiendo” el expresidente catalán “se salía de nuestro marco constitucional”; algo que, si se hubiera producido, “no habría negociación posible”. Este ceñirse a la amnistía y no plantear de momento un referéndum, le parece que pone “en evidencia que hay voluntad de dialogar” y “cierto pragmatismo, una voluntad de llegar a acuerdos”. Si Puigdemont no quisiera acuerdos, razonó, habría exigido “referéndum o referéndum”.

Ahora bien, Asens sí reconoció que tanto a Díaz como a él les había resultado “problemático” y “difícilmente asumible” el elemento del relator internacional que reclamó el líder e JxCat y que “es propio de los conflictos armados” y “alargaría el proceso” de lo que “no deja de ser una negociación entre partidos”, que no lo es “entre un gobierno y otro gobierno”.

Finalmente, el negociador de Sumar constató que “de momento no” hay negociación directa entre Junts y el PSOE sobre la investidura, como sí la hubo para la Mesa del Congreso. Según dijo, las exigencias que ayer trasladó Puigdemont “las tenía el Partido Socialista hace semanas, pero no ha habido ninguna respuesta por parte del Partido Socialista”.

Luego abundó en esta circunstancia y la aprovechó para reivindicar el papel de Sumar. Aseguró que hay “una desconfianza profunda, estructural”, entre Puigdemont y el PSOE y, en particular, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Nosotros podemos ser útiles para allanar el camino y crear las condiciones de confianza”, postuló. “Es difícil cuando no te fías del otro interlocutor y piensas que te puede decir una cosa y hace otra. Tenemos camino por recorrer, que hacer de avanzadilla, despejar un poco el camino que luego otros tendrán que recorrer”.