En 1993, las aseguradoras pagaron un total de 750.000 millones de pesetas por los daños materiales y personales derivados de accidentes de tráfico, 81.000 millones más que el año anterior, lo que supuso un aumento del 12 por ciento.

Cercós eplicó que la mayor parte de esta cantidad, más del 50 por ciento, correspondió a las indemnizaciones abonadas por las aseguradoras por daños corporales sufridos en accidentes de tráfico.

El año pasado ocurrieron un total de 3.998 accidentes de tráfico en las carreteras españolas, 238 menos que en 1992. En ellos murieron 4.732 personas, frente a las 5.088 del año anterior, y resultaron heridas graves 2.736 (2.929 heridos graves en 1992).

Cercós, en la entrevista mantenida con Servimedia, se refiri también al fraude existente en el cobro de indemnizaciones, que supuso el año pasado alrededor de un 10 por ciento de los 750.000 millones de pesetas abonados por las aseguradoras.

Algunos ejemplos de este fraude son, según explicó Cercós, los casos de personas que denuncian a la policía la desaparición de su coche, con lo que cobran la correspondiente indemnización de su compañía de seguros, y después de un tiempo aseguran su coche, que no había sido robado, en otra compañía.

El responsable de nespa indicó que también existe fraude en las indemnizaciones por daños corporales, declarando accidentes que no han ocurrido o agravando los daños ocurridos en ese accidente.

El responsable de Unespa, que también es primer ejecutivo de la aseguradora Winterthur, reconoció que los costes de los daños materiales ocasionados en los accidentes de tráfico se han contenido en los últimos años, pero que el gran problema son los costes por daños corporales, que han seguido aumentando, pese a que ha descendid la siniestralidad.

Según Cercós, en 1993 estos costes aumentaron un 18-20 por ciento, por debajo del 30 por ciento de años anteriores, pero indicó que continúa siendo un incremento muy elevado. Añadió que las indemnizaciones que se pagan en España por este concepto son más elevadas que las abonadas en la mayoría de los países europeos.

LEY DEL SEGURO

Cercós insistió en la necesidad de que la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor, en la que trabaja el Gbierno, se apruebe cuanto antes. Esta ley recogerá un baremo que fija la cuantía de las indemnizaciones para las personas que sufran accidentes de tráfico.

El responsable de Unespa explicó que este baremo permitirá corregir las diferencias que existen actualmente en las indemnizaciones que fijan los jueces y agilizará el cobro de las indemnizaciones por parte de los afectados. "Lo que no puede ser es que no sepas lo que te va a costar un accidente en 3, 6 o 12 meses y después se nos pida solvencia", idicó.

Cercós espera que esta nueva Ley del Seguro entre en vigor este año, en octubre o noviembre. Advirtió que "si se demora la ley y no sale rápidamente, el usuario español pagará los platos rotos", porque el aumento de los costes de los accidentes repercutirá en el precio de la póliza.

"Las aseguradoras estamos reduciendo gastos internos, buscando nuevas fórmulas para reducir costes, como el sistema 'bonus malus' (sistema por el que se prima al buen conductor y se penaliza al malo), pero esta uestión, la de la progresión que tienen las indemnizaciones por daños corporales, no la podemos resolver", concluyó Cercós.