El Ministerio Público recomedó que se obligase al PSOE a certificar con documentos los datos contenidos en los listados de ordenador enviados por el partido, porque no se fiaba de la autenticidad de los mismos.

En el escrito, la Fiscalía reconoce albergar "importantes dudas y serias reservas" sobre la veracidad de los listados y advierte a los consejeros que la sola fiscalización de ese tipo de documento es "inválida y carece de garantías".

Si no se solicita una certificación suplementaria, se añadía en la circular, entonce, toda fiscalización que se pueda hacer (estaban en plena redacción) "y lo ya hecho, incluso la fiscalización del partido en relación con Filesa, Malesa, etcétera, puede devenir anulable por haberse realizado en base a puro `papel mojado'".

Las dudas comenzaron a raíz de unas declaraciones efectuadas en noviembre por el secretario de Organización del PSOE, José María Benegas, en plena polémica con el magistrado instructor del "caso Filesa", Marino Barbero, empeñado en buscar la contabilidad en la sedefederal socialista.

En sucesivas comparecencias ante los medios de comunicación, para advertir a Barbero de que esa contabilidad fue depositada en el Tribunal de Cuentas, donde estaba siendo fiscalizada, Benegas afirmó de forma marginal que la contabilidad incluso no figuraba en libros, sino en un listado de ordenador.

A raíz de este comentario, la Fiscalía del Tribunal de Cuentas cursó a los consejeros de la institución la circular interna a la que ahora ha tenido acceso esta agencia y en la cua se alerta de lo erróneo de seguir conformándose con que los listados sirvan de base "a cualquier procedimiento fiscalizador".

CONSERVAR LAS CUENTAS, OBLIGATORIO

El Ministerio Público, que en el texto siempre se refiere a Benegas como "una alta personalidad del partido", advierte a los consejeros de que "ante semejantes manifestaciones resulta obligado comprobar la clase de documentos que obran en poder de este tribunal y cuál es su fehaciencia".

A resultas de esta comprobación, prosigue, se decubre que es cierto que la única documentación son hojas de ordenador "sin que se halle suscrita por persona que se responsabilice de su contenido ni de su autentividad, careciendo también de certificación que acredite su exacta correlación con documentos fehacientes en poder del partido".

La Fiscalía del Tribunal de Cuentas recuerda que ese tipo de listados pueden reproducirse "sin límite numérico" y que, además, "su confección puede ser realizada por cualquier persona que posea un ordenador".

"n suma", concluye, "no son sino simples copias que, en principio, carecen de valor, lo que no impide que puedan utilizarse en la labor auditora partiendo de la presunción de su exactitud, siempre que puedan ser objeto de cotejo con las cuentas oficiales indubitadas".

Con esta argumentación, entra también de lleno en el fondo de la polémica que enfrentó al juez Barbero con los dirigentes del PSOE, en favor del primero. El Ministerio Público recuerda que la ley de financiación de los partidos políticos no admite otra interpretación que la de resultar obligatoria la conservación de las cuentas en el propio partido `en todo momento' con las garantías de autenticidad y conservación que impidan su pérdida o alteración".