Las jornadas de trabajo se desarrollarán en el Palacio Municipal de Congresos del Campo de las Naciones, situado en las afueras de la capital, que se convertirá en un auténtico bunker al que no tendrán acceso los periodistas. Par los informadores se están habilitando dos pabellones en el recinto ferial de Ifema, muy cerca del palacio, uno para las ruedas de prensa y otro para las salas de trabajo.

El palacio estará literalmente cerrado para quien no cuente con la debida acreditación y contará con excepcionales medidas de seguridad, hasta el punto de que incluso en su interior habrá "zonas especiales" de acceso muy restringido reservadas para mandatarios.

Además de los más altos representantes de los 16 países miembros dela Alianza, están invitadas las máximas autoridades de los 28 estados del Comité de Cooperación con la OTAN, lo que significa que a amenazas terroristas internas como la de ETA hay que añadir entre los riesgos potenciales a grupos armados extranjeros.

Las distintas delegaciones se alojarán en los principales hoteles de lujo de la capital, tanto de cinco como de cuatro estrellas. Como ya ocurrió en la 'cumbre' europea de diciembre de 1995, con motivo de la presidencia española de la Unión Europea, las uerzas de seguridad emplearán helicópteros y perros-policía para controlar los traslados de las personalidades entre el pabellón de Estado del aeropuerto de Barajas y los hoteles donde se alojarán, y entre éstos y el Palacio Municipal de Congresos.

ITINERARIOS

Estarán también perfectamente controlados los trayectos entre el Campo de las Naciones y otros posibles escenarios de la 'cumbre' de la OTAN, como el Palacio de El Pardo o el Palacio Real.

Un extremo que todavía se está perfilando es precsamente la cronología de los actos y dónde tendrán lugar, aunque, en líneas generales, tras la sesión de inauguración las reuniones de trabajo se desarrollarán el martes 8 de julio durante toda la jornada y el miércoles 9 por la mañana, y la clausura será este último día por la tarde.

La Policía Municipal, como es habitual en estas ocasiones, se ocupará del control del tráfico durante los desplazamientos de personalidades.

Uno de los carriles de la carretera de Barcelona, desde la ciudad hasta elaeropuerto, será previsiblemente habilitado desde la víspera para el traslado de delegaciones, que serán escoltadas por motoristas de la Guardia Civil y agentes del Cuerpo Nacional de Policía, tanto en vehículos oficiales como camuflados.

En cuanto a los hoteles, serán perfectamente registrados y vigilados desde semanas antes, un control que comprenderá todos los puntos estratégicos de la capital.