Esa modificación, que reserva la condición de magistrado del Supremo a quienes abandonen el cargo durante más del año fijado ahora como tiempo máximo, ha sido presentada como una enmienda parlamentaria por CiU, con el apoyo del PP y el PSOE, aprovechando la tramitación en el Congreso para el reconocimiento del carácter cosuetudinario del Consejo de Hombres Buenos de Murcia.

Esta reforma del Estatuto ha causado malestar entre los más de 90 magistrados del Supremo, no por el contenido de la enmienda, sino por el hecho de que se haya tramitado sin consultarles.

La enmienda parlamentaria pretende suprimir el tope de un año de apartamiento voluntario del servicio porque son muchos los magistrados que han salido del Supremo para efectuar otras labores y pretenden recuperar su destino originario.