Esta es una de las ideas expuestas en el documento que el líder de IU llevará a la Presidencia Federal de mañana, martes, y que con las modificaciones que se incluyan en esta reunión, pasará a conformar el discurso de Llamazares como balance de su gestión ante la Asamblea Federal donde se elegirá coordinador general para los próximos cuatro años.

En su documento, de casi 30 páginas al que tuvo acceso Servimedia, Llamazares resalta la "imperiosa necesidad de restablecer la convivencia y el diálogo en este España plural que la derecha extrema intenta reducir a un erial sólo propicio para las pobres cosechas del más rancio españolismo".

"Nosotros no apostamos por la confrontación, por el uso de las instituciones para fines partidistas y por alimentar la animadversión, cuando no el odio puro y simple, frente a otras propuestas y discursos, sean o no compartidos", añade, para resaltr que "defendemos una España plural, federal y republicana que haga ciertos los anhelos de democracia y convivencia de la inmensa mayoría de los españoles".

El líder de IU asegura que "una España que asuma plenamente su pluralidad es la mejor garantía de paz, de convivencia y de solidaridad entre sus pueblos y sus territorios. En esta coyuntura de involución autonómica y nuevo centralismo del PP, las relaciones del Gobierno del PP y del PNV en Euskadi se han deteriorado hasta límites insoportables", pr un "choque frontal" propiciado por Aznar que le proporciona "jugosos réditos electorales".

En cuanto a la situación del País Vasco, reitera que el llamado "Plan Ibarretxe" no es el proyecto de Izquierda Unida "ni, como se ha repetido tantas veces, el de EB-IU. Ha surgido como expresión del desencuentro y de la confrontación en un contexto de creciente crispación política y expresa un horizonte confederal que, si bien, es legítimo desde una perspectiva nacionalista, consideramos que no es el que neceitan la sociedad vasca y la sociedad española en su conjunto".

DEBATIR LAS PROPUESTAS

No obstante, subraya que cualquier proyecto de convivencia que aspire a superar el actual marco debe lograr un mayor grado de consenso que aquel al que pretende sustituir. "Por ello, somos favorables al debate sobre estas propuestas y rechazamos los recursos anticipatorios", insiste, para recalcar que, en cualquier caso, "las consultas sobre las reformas deberán celebrarse en condiciones de cese definitivo de la vilencia".

En el texto que se discutirá pocos días después de celebrarse el XXV aniversario de la Carta Magna, Llamazares argumenta que "una cosa es que la Constitución Española y los Estatutos sólo puedan ser reformados por un amplio consenso, y otra muy distinta es que, después de 25 años, no se pueda cambiar ni una coma". Reclama modificaciones en el Senado, la federalización del Tribunal Constitucional y mayores poderes a los tribunales superiores de justicia, respetando al Supremo como unificador d doctrina.

Resalta que todos estos cambios "no atentan contra la cohesión del territorio, sino que la fortalecen", porque, recuerda, "España no ha sido nunca un Estado unitario, salvo periodos dictatoriales. Por ello, sin maximalismos ni estridencias, pensamos que España debe situarse en la lógica federal, que es la lógica europea".

La propuesta de IU para un "desarrollo federal, democrático y solidario del Estado español", explica, "gira en torno a cuatro ejes: la culminación del proceso de tranferencia de competencias a las comunidades, el desarrollo federalizante de la Constitución, una organización territorial que garantice las cotas más elevadas de autogobierno, solidaridad y participación democrática, y un incremento del gasto social para aproximar a España a los niveles europeos en dos legislaturas".

EL "REGIMEN" DEL PP

En el epígrafe de esta propuesta dedicado a la política del PP, Llamazares resalta que "estamos ante una nueva derecha sin complejos respecto a su herencia franquista que ha roto los delicados consensos construidos durante la transición, por ejemplo los relativos a la relación entre las comunidades".

"Es una derecha emparentada ideológica y programáticamente con la derecha extremista que representa la administración Bush y con la nueva derecha europea cuyo exponente más reconocible sería Berlusconi. Aún hoy no para todos parece claro el carácter novedoso de este Partido Popular y sus rasgos más singulares: su ausencia de complejos respecto al pasado; la ausencia d una cultura política antifranquista o democrática; su afirmación en los presupuestos neoliberales", prosigue.

Advierte de que "aquéllos que consideran al PP un partido 'normal' de centro-derecha, equivocan el tiempo histórico y confunden la significación de los actores", porque a lo que hace el PP, "se le llama en términos políticos construir un régimen".

En estas circunstancias, Llamazares resalta la necesidad de constituir una "estrategia de oposición frente a la derecha, claramente alternativ y transformadora que convierta IU en un nudo articulador de la compleja red de la sociedad civil crítica que promueve un mundo alternativo", pero desde un "proyecto autónomo, que no subordine sus propuestas ni sus prácticas a ningún otro proyecto".

"Hay buenas razones para avanzar, para enarbolar un programa claramente alternativo y para impulsar el relanzamiento de IU como movimiento rojo y ecopacifista", continúa, y así lo demuestra que "en nuestro país el ciclo de protestas ha adquirido perfiles eintensidad propios", como ha ocurrido con las movilizaciones contra la guerra en Iraq, la LOU y la Ley de Calidad, la acción del Gobierno ante el desastre del "Prestige" o la huelga general de junio de 2002.

IU, REFERENCIA POLITICA

Con todo, Llamazares resalta que desde la VI Asamblea, "hemos ganado algo muy importante que es fruto y patrimonio de todos y todas: IU vuelve a ser una referencia política que no puede ser ignorada; somos una parte esencial de la conciencia crítica de este país que tienesu espacio y su lugar y que no está dispuesta a renunciar a su presencia".

"Somos la imaginación para cambiar las cosas y somos también la experiencia práctica que dice a miles de personas en España que IU es una fuerza solvente en condiciones de mejorar la calidad de vida de millones de personas", mediante la lucha en defensa del empleo, la educación y la vivienda, prioridades para las que España se puede permitir un déficit del 1,7 por ciento, opina. Todo ello, con ayuda de los movimientos socialessindicales, así como con otras formaciones de izquierdas.

Por otro lado, en cuanto a los planes de futuro de Llamazares para su coalición, destaca la defensa de una dirección "colectiva, plural y federal, porque "nuestraperspectiva debe ser la de sumar más pluralidades y no reducirlas".

"La tendencia será al aumento de la complejidad no a su disminución. Y esto precisa insistir en la cultura de la convivencia y del acuerdo, en la creación de reglas del juego compartidas y en la vocación de defnder un proyecto federal sobre una base programática", subraya. "Es un momento para respetar las diferencias, pero para insistir en los elementos comunes y para crear más símbolos de nuestra pertenencia a un proyecto compartido".