"Misión cumplida" resumió Vázquez, quien, sin embargo, no ocultó su descontento por la poca concreción del compromiso expresado ayer por el ministro para las Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra, sobre el pago de los 50.000 millones de pesetas que el Estado adeuda a las corporaciones locales.

"Estaría más tranquilo si se mojara más", dijo el alcalde coruñés en referencia a Saavedra en la rueda de pensa posterior a la clausura de la asamblea, en la que apuntó que "estamos contentos por lo que oimos y preocupados por lo que dejamos de oir".

La asamblea de la FEMP aprobó por unanimidad seis puntos que resumen las principales reivindicaciones planteadas desde los municipios. Sin embargo, la reclamación del 5 por ciento del IRPF defendida por los alcaldes de las siete principales ciudades quedó al margen del consenso, aunque se alude a ello en la primera resolución aprobada que habla de iniciar ante de fin de año y al más alto nivel político la renegociación de la Ley de Haciendas Locales para incluir en ella la participación en los tributos del estado, así como la liquidación definitiva de 1992.

La FEMP reclamará también la incorporación a los Presupuestos del Estado para 1994 de las modificaciones precisas para la gestión de los impuestos de carácter local y promoverá un acuerdo con el Gobierno y las comunidades autónomas para conseguir la refinanciación de las deudas de las corporaciones locaes.

En este sentido, Vázquez dijo que la propuesta de Saavedra habla de escalonamiento en vez de renegociación de la deuda "y habrá que ver qué entiende por escalonamiento", indicó.

El presidente de la FEMP añadió que los pequeños municipios son los más afectados por la falta de liquidez derivada de los retrasos en las transferencias del Gobierno.

Otro de los puntos respaldados por consenso en la asamblea es la apertura de una mesa de negociación competencial entre Gobierno, comunidades autóomas y municipios para la consecución de un pacto local de Estado.

Asimismo, la FEMP requerirá de los gobiernos autónomos la creación y dotación de fondos de cooperación local y fijó para el próximo mes de enero una reunión del consejo general de la federación para evaluar el grado de cumplimiento de los acuerdos y adoptar las decisiones oportunas.

La asamblea también acordó prescindir a partir de enero de la prestación de servicios no financiados si no hay resultados aceptables a las reivindicacones. En este sentido, Váquez matizó que será más por incapacidad económica que como medida de presión.

Por su parte, el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, instó al Gobierno a que pague lo que debe a los ayuntamientos y estimó en el acto de clausura de la asamblea que ésta pareció en algunos momentos "una reunión de pedigüeños" y añadió que si el G-7 no hubiera encendido la llama del municipalismo, "ahora todos estaríamos aquí tranquilos durmiendo", palabras que fueron contestadas por ázquez diciendo que algunos miembros de ese grupo tienen "exceso de protagonismo".

El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, señaló por su parte estar dispuesto "a mojarme con ustedes" y propuso la creación de un libro blanco para abordar un nuevo reequilibrio competencial y financiero entre las diferentes administraciones.