Los asaltantes entraron a la sede por una pequeña ventana de los servicios de mujeres del sector de Asesoría Jurídica, aunque dicha ventana no está rota, según informaron fuentes de la Guardia Civil.

Este lugar de entrada al edificio queda lejos de la zona donde se encontraban los vigilantes, pero la policía cree que tal vez los guardas pudieron haber visto un momento a los ladrones cuando entraban en la sala de ervicios informáticos. Los delincuentes recorrieron muchas dependencias del edificio revolviendo mesas y despachos, y se llevaron 25.000 pesetas y un radiocasete.

Sin embargo, el Juzgado de Instrucción tiene la convicción de que el móvil del asalto no fue el robo, ya que no sustrajeron ni documentos ni valiosos ordenadores personales que estaban a la vista.

Los investigadores piensan más bien que los desconocidos entraron al edificio y pudieron hacer copias de documentos, ya que la Guardia Civil ncontró varias impresoras encendidas. En todo caso, siempre según estas fuentes, la información que hubieran encontrado sería irrelevante.

Según se desprende de los datos aportados hasta el momento, parece que ni siquiera sabían bien lo que buscaban, dado el revuelo de papeles que dejaron tras ellos. Entre los despachos que revolvieron se encuentran el del responsable de la Asesoría Jurídica de 'Osakidetza', Félix Ochoa, y los de otros auxiliares.

En la oficina de Félix Ochoa se guarda, entre otrs cosas, la documentación del famoso fraude de las oposiciones, pero el director del Servicio Vasco de Salud, Javier Vergara, declaró hoy que no cree que este incidente tenga nada que ver con el cambiazo de los exámenes en 1990.

Indicó que sólo se ha dado una coincidencia en el tiempo con la investigación de dicho asunto y que en todo caso si alguien hubiera querido sustraer pruebas no lo ha conseguido.

El director de 'Osakidetza' se acogió al secreto del sumario para no hacer más declaraciones, ue a su juicio serían especulativas, y remitió a la Policía Judicial el facilitar detalles sobre el modo en que operaron los ladrones.

Sin embargo, sí explicó que el sistema de seguridad del edificio consta de "un vigilante las 24 horas del día, al que se suma otro entre las diez de la noche y las seis de la mañana. Se realizan rondas tanto exteriores como interiores cada hora y media de día, y cada hora por la noche".