Ese es el tiempo efectivo de trabajo realizado en promedio por los asalariados españoles, que se contabiliza sumando a la jornada pactada en convenio las horas extras y restando las horas no trabajadas por todos los conceptos: vacaciones, fiestas laborales, incapacidad temporal, maternidad, expediente de regulación de empleo, huelga, permisos remunerados, actividades de representación sindical, absentismo no justificado y cursos e formación.

De acuerdo con los datos de la ECL, que es una encuesta realizada a responsables de 12.000 empresas, el aumento de la jornada efectiva de trabajo no parece deberse a la realización de más horas extras, ya que éstas disminuyeron entre 1998 y 1999.

La razón del aumento parece estar, por el contrario, en la disminución de horas no trabajadas, una tendencia continuada de los últimos años, atribuible en buena parte a la mejoría de la economía, lo que ha hecho que se pierdan menos horas po conflictos laborales y por regulaciones de empleo.

Además, si se tiene en cuenta el aumento de la contratación a tiempo parcial, las empresas han conseguido también reducir las horas por vacaciones y fiestas laborales, de 251,5 horas en 1997 a 243,5 en 1998 y a 235,6 en 1999.

Por otra parte, el tiempo de trabajo efectivamente realizado por los asalariados a jornada completa presenta variaciones muy notables según el tamaño de la empresa: 1.812,2 en las microempresas de 1 a 10 empleados; 1.789,8 n las de 11 a 50 empleados; 1.764,5 en las de 51 a 250; y 1.714,7 en las de más de 250 empleados. Es decir, que en las pequeñas empresas se trabaja casi cien horas más al año, en promedio, que en las grandes.