ARZOBISPOS. ROUCO DEFIENDE SU DEBER DE PRONUNCIARSE SOBRE ASUNTOS DE CONIENCIA, PERO NO SE CONSIDERA CONFLICTIVO
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El nuevo azobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, no cree haber destacado por sus pronunciamientos en cuestiones conflictivas o consideradas de carácter político. En sus primeras declaraciones tras ser nombrado para el cargo en sustitución de Angel Suquía, Rouco defendió su deber de ejercer la labor apostólica con pronunciamientos sobre cuestiones que afectan al espíritu y conciencia de las personas.
En su nuevo destino en la archidiócesis de Madrid, Rouco seguirá impulsando su labor apostólica desde unalínea de libertad cristiana que, a su juicio, puede chocar con las opiniones de otras personas o grupos a los que pueden no gustar sus opiniones.
El pasado día 25, en su respuesta a la ofrenda nacional al apóstol Santiago pronuncida por Manuel Fraga, Rouco Varela protagonizó una intervención especialmente dura contra la reforma de la ley del aborto actualmente en marcha.
"La aceptación social del aborto es lo más grave que a acontecido en este siglo que se va acercando a su final", dijo en su menaje, y criticó la labor del Estado por pretender arrogarse la facultad de "disponer jurídicamente de los derechos de la persona, como si su razón de ser jurídica se agotase en el derecho positivo". Hoy dio a entender que seguirá manteniendo en este aspecto una línea combativa.
Monseñor Rouco Varela dijo en rueda de prensa celebrada este mediodía que lamenta tener que marcharse de Santiago, donde durante los últimos diez años se propuso incrementar la evangelización de Galicia y el sentimiento religios en torno al hecho jacobeo. Sin embargo, se mostró resignado y satisfecho al aceptar los designios del Santo Padre.
Monseñor Rouco Varela agradeció públicamente al Papa la confianza depositada en él, aunque dejó constancia de que, "por razones humanas, si de mi dependiera, yo no me marcharía de Santiago. Pero al mismo tiempo tengo que decir que por razones sobrenaturales y apostólicas me considero ya un madrileño. Espero que algún día, si me tengo que marchar de Madrid, tenga que decir que por razoneshumanas no me quisiera marchar".
Rouco Varela reconoció que había recibido ayer la comunicación oficial del Papa, haciéndole saber un nombramiento que no se hace canónicamente efectivo hasta la toma de posesión. Dijo que el Código de Derecho Canónico prevé como posible un período de espera durante un plazo de dos meses entre el nombramiento y toma de posesión, tiempo que probablemente se va a alargar, dijo, debido al carácter vacacional del mes de agosto a todos los efectos.
Rouco Varela no quisoavanzar si mantendrá en Madrid la línea de su antecesor y tampoco aceptó pronunciarse acerca de sus poibilidades futuras de convertirse en Papa.
Monseñor Rouco es arzobispo de Santiago desde el 18 de mayo de 1984. Nacido en Vilalba, el pueblo de Fraga, el 20 de agosto del año 36, se licenció en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca y se doctoró en Derecho Canónico por la Universidad de Munich en 1964. Ha sido profesor de Derecho Público Eclesiástico, catedrático de Derecho Canónico y vicrrector de la Universidad Pontificia de Salamanca.
En 1984, Rouco Varela sustituyó como arzbobispo a Angel Suquía cuando éste fue trasladado a Madrid. Antes ejercía ya como obispo auxiliar, a su lado. El obispo aucxiliar actual, Julián Barrio, se hará cargo de la archidiócesis compostelana al menos durante un año.
Antonio María Rouco Varela es miembro de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis de de la Conferencia Episcopal y preside desde 1983 la Junta Episcopal para Asuntos Jurídicos. Una de las primeras reacciones al nombramiento fue la del alcalde de Santiago, Xerardo Estévez, quien apuntó que Rouco "deja en Santiago un poso indiscutible, por lo que vamos a notar su ausencia. Yo creo que a nivel personal el nombramiento supone para él, sin lugar a dudas, un esfuerzo personal que pone de manifiesto su generosidad habitual".
(SERVIMEDIA)
28 Jul 1994
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