"Nada más saberlo me he ido a la capilla a dar gracias a Dios y a rezar por él", explicó el arzobispo, que añadió que le une al cardenal electo una estrecha amistad. "Lo que he aprendido de él ha sido para mí uno de los mayores dones. Sus palabras de sencillez y humildad reflejan el alma del gran Papa que va a ser".

En lo relativo a su conocimiento personal de quien ya es Benedicto XVI, el arzobispo se deshizo en alabanzas al explicarque "humanamente es un hombre cordial, abierto, humano, sencillo, cercano, abierto siempre a la escucha, con una dulzura y un trato exquisito por las personas. Se preocupa por las personas. Además, es un hombre de una gran talla intelectual".

Por último, subrayó que "ha habido una campaña en contra de él. Pero no se corresponde con la realidad. Es un hombre de renovación. Cuando se le conoce se sabe que es un hombre de Dios, tal y como se definió en la homilía al comienzo del cónclave, ayer por la mañana".