Arzalluz añadió que "HB siempre nos ha llamado para qu sirvamos de alcahuetes polítidos para que el Gobierno de Madrid, atienda sus demandas de negociación en los puntos que ellos plantean".

El dirigente nacionalista confía en que la legistatura que acaba de comenzar con la celebración de las elecciones autonómicas el pasado 23 de octubre sea la de "la pacificación", según declaró a RNE.

Desmintió que exista un pacto entre el PNV y el Gobierno central pero puntualizó que "no es conveniente para nosotros ni para el país que el Gobierno de González caga de cualquier manera antes de finalizar su mandato".

El dirigente nacionalista estima que el derrumbre de los socialistas podría provocar la creación de un mayoría absoluta en el Parlamento que no sería positiva. "Si vivieramos en una normalidad política, las mayorías absolutas no debían existir, pero no depende de nosotros el mantenimiento del Gobierno. Eso lo hace CiU. Nosotros, a veces, servimos de cierto colchón", comentó.

Arzalluz afirmó que si se reedita la coalición de gobierno entre el NV y el PSOE en Euskadi será "porque no queda más remedio". Consideró buena la posibilidad de alcanzar un buen grado de colaboración con Eusko Alkartasuna, aunque reconoció las dificultades de ese proceso y advirtió que "lo que piense del señor Garaikoetxea no va a ser óbice para que las cosas avancen".

Se mostró orgulloso de haber sido jesuita y atacó a quienes creen insultarle recordando su pasado porque "si fuera como ellos tendría que empezar por decir ex facha, ex trostkista, ex totalitario o ex omunista. Elijo mil veces haber sido jesuita que haber sido trostkista".