Durante la presentación de su libro de memorias, titulado "Xabier Arzalluz, así fue", el ex líder peneuvista aseguró que no ve en Zapatero "cuajo" para afrontar asuntos de tanta trascendencia, que requieren unas "botas bien puestas".

Asimismo, se mostró convencido de que la reforma del texto estatutario catalán no va a salir como se aprobó en el Parlamento de esta comunidad, al tiempo que dijo tener "mucho miedo" ante una eventual negociación con la banda terrorista, ya que considera que no están atados "cabos" importantes.

El ex líder peneuvista sostuvo que el presidente del Gobierno prometió que aprobaría la reforma planteada desde Cataluña porque pensaba que no iba a ganar las elecciones generales del 14 de marzo. Asimismo, dijo que no ve viable aspectos como definir a Cataluña como "nación" y admitió que aconsejó al dirigente de ERC Pere Esteve que no se metieran en ese "berenjenal", porque "le iban a echar mucha agua al vino".

COMO SANTO TOMAS

Respecto a una eventual negociación con ETA, señaló que teme que sea "otro fracaso". "Hasta que no lo vea no lo creo", afirmó. A su juicio, para una negociación de ese tipo hace falta mucha "cocina", y si no hay posibilidades reales, "prefiero que no se empiece, porque la decepción es mayor".

En esta línea, añadió que, a pesar de los "informes" que le hacen llegar desde distintas esferas del País Vasco, considera que hay "un excesivo optimismo" respecto a un eventual final de ETA.

En su opinión, es cierto que los etarras están "acosados" como consecuencia de las operaciones de la policía española y francesa, pero hay un riesgo de que eso radicalice más a la banda terrorista.

Argumentó que las sucesivas detenciones hacen que en ETA el "cabo" pase de golpe a ser "general", y quien llega así a puestos de mando piensa que la lucha contra el Estado español no ha hecho más que empezar.